V-Soundtracks – Metal Gear Rising: Revengeance
¿Cómo están gente? Marcelo de vuelta por estos lares, luego de mucho tiempo. Hoy no vamos a hablar de reseñas de videogames, retomamos esa sección el próximo sábado. Hoy vamos a hablar sobre música de videojuegos: una sección ocasional a la que vamos a llamar “Jueves de V-Soundtracks”. Para inaugurar esta sección vamos a hablar del OST, Original Soundtrack, de Metal Gear Rising: Revengeance. Si aun no han leído el reseña del juego que publicamos hace ya unas semanas, les recomendaría leerla; en el artículo hago hincapié de como la banda sonora de Revengeance merece su propia reseña, y dicho esto aquí está. Sin más tiempo que perder, comencemos.
Cuando se anunció al público que el título de Metal Gear Rising ya no correría a cargo de Kojima Productions, si no de Platinum Games, los fanáticos ya veían venir el cambio de ritmo dentro del título. Metal Gear Rising: Revengeance, a pesar de ser uno de los títulos más controversiales del año, recibió buenas críticas por los medios, así como una buena bienvenida por los fanáticos de los juegos de Platinum Games y la mayoría de los fanáticos de la saga Metal Gear de Kojima. Como ya había jugado los primeros títulos de la empresa, sea Bayonetta o Vanquish, sabía que esperar más o menos en cuanto a calidad general. Pero la música, la banda sonora; nunca me esperé algo como esto. Nunca.
Y es que la banda sonora de Revengeance, de principio a fín, es increíble. Comienza con un tema bien cargado y lleno de sintetizadores, “Rules of Nature (Platinum Mix)”, que a criterio mío es el tema insignia del disco. El que nos da un adelanto de que tipo de música vamos a escuchar a partir de ese momento: unas mezclas bien old school de rock industrial de los años ’90. Rules of Nature es interpretado por Jason Miller, quien colaboró varias veces con la banda americana Godhand. Miller también interpreta “Red Sun” dentro del álbum, que combina el sonido industrial con el heavy metal de una forma que bien juega a su favor.
Pero sin dudarlo, si me preguntaran, mi tema favorito del álbum es sin duda “A Stranger I Remain (Manic Agenda Mix)”, interpretado por nada más y nada menos que Free Dominguez, vocalista de la banda Kidneythieves. La pista es más o menos igual que las otras, con sonidos de sintetizador y tonos industriales, pero más cargado con solos de guitarra y la genial voz de Free. Así también no puedo dejar de lado temas como “A Soul Can’t be Cut (Platinum Mix)” y “The Stains of Time (Manic Agenda Mix)”, que se inclinan más por el “lado electrónica” de la banda sonora. Pero aunque podemos notar como esos temas en específico tienen un tono techstep, aun no alcanzan como para ser considerados dubstep, lo cual es de mi agrado y mantiene ese estilo industrial que se le da al álbum desde el inicio.
La única falla que veo es que aunque el álbum viene cargado con el imponente número de 29 temas, casi la mitad de ellos resultan ser versiones instrumentales de los temas que ya habíamos escuchado. Generalmente, soy de disfrutar un instrumental. Es más, se podría decir que crecí con instrumentales gracias a mi pasión por los videojuegos. Pero cuando ya escuchas las voces, la letra en los temas, sus contrapartes instrumentales se ven pálidas a su lado. No digo que las versiones instrumentales sean malas, si no que se sienten más bien como un relleno dentro de lo que ya es un soundtrack bien sólido.
Fue precisamente a comienzos de este año, cuando un amigo me había invitado a jugar el reboot de la saga Devil May Cry, que me puse a reflexionar que cada vez más los títulos de acción buscan evitar las tradicionales músicas de orquestas a las que estábamos acostumbrados y optan por temas de tipo “película de taquilla”. Y ya sea que usen a un grupo o a varios para este cometido, bandas sonoras que esten a la par, o incluso puedan superar a las de las que solemos escuchar en las películas es sin duda un gran paso hacía adelante. Un ejemplo de eso es sin duda la música en Revengeance.
Concluyendo, Revengeance es un título controvercial, se le mire por donde se le mire, pero hizo bien las cosas, y una de ellas fue el apartado música, dando a los fanáticos y a los aficionados de los soundtracks un álbum excelente, como hace mucho no teníamos. Obviamente no es un disco para todos, la música de videojuegos no lo es, y las versiones instrumentales de los temas se sienten redundantes de vez en cuando, pero es el tipo de soundtrack que, si está acorde a tus gustos musicales, inmediatamente te vas a enamorar de él; es lo lógico. Es el tipo de soundtrack que escucharías en tu iPod y le recomendarías a tus amigos para bajarlo o comprarlo. Y la mejor parte de todo es que no hace falta que juegues o que te guste el juego para poder apreciar los que Platinum Games nos ha dado esta ocasión, musicalmente hablando.
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