Top 10: tipos de pasajeros de colectivo
En un post anterior había compartido con ustedes un ranking hablandoles de los tipos de choferes de colectivo como parte de mi entrega especial de Top 10 que suelo hacer cada tanto y hoy me pareció buena idea volver a hacer algo parecido pero hablarles esta vez de los tipos de pasajeros con los que, los que acostumbramos a viajar de esta manera, nos vemos obligados a compartir viaje:
1- El bebe stalker: creo que todos tuvimos enfrente alguna vez a ese bebe capaz de tragarnos con la mirada. A mi me pasó en varias ocasiones y casi siempre logró sacarme una sonrisa. El bebe stalker está en hombros de su madre, a veces en su regazo o, de tener los años suficientes para no caerse y romperse la cabeza, ocupando un lugar junto a esta pero siempre mirando para atrás, mirándote fijamente a los ojos mientras sus dedos se pierden en su boca y se le cae baba por todas partes.
2- El secretario: es una persona, generalmente un hombre, que de la nada se autoasigna el rol de secretario del chofer, pasa inmediatamente a ocupar el puesto vip al lado de este o se coloca en la puerta trasera del colectivo para ocuparse de distribuir y organizar a las personas que suban y cobrar el respectivo pasaje. Un alma solidaria que, en pos de ayudar a su correligionario y conductor del bus correspondiente, obra por el mero placer de ayudar.
3- La piedra en el camino: viene en forma de mujer obesa con calza, joven con todo su mundo dentro de una mochila que no piensa pasar al frente, viejo inamovible, en fin, múltiples formas, una sola función: colocarse en tu camino, bloquear las arterias principales del colectivo y armar el asardinamiento correspondiente todo en cuanto suben al autobús.
4- El desconectado: leyendo un libro, escuchando música, haciendo las dos cosas. Estas personas saben aprovechar cada minuto de su tiempo y saben que 30 o 40 minutos en un bus son 30 o 40 minutos que se pueden utilizar para continuar con la lectura camino al trabajo o practicar el arte legendario de manejar con suma destreza los palillos de una batería de aire o seguir tocando los acordes de esa guitarra imaginaria de vuelta a casa.
5- El inclinado: este no conoce el significado de “espacio personal” y es denominado de esta manera porque alguna parte de su cuerpo pasa a estar inclinada hacia tu persona. Vas sentado/a y es su panza la que inevitablemente trata de darte un bitch slap o estás parado y termina dibujandote o intentando dibujarte un cuadro en el trasero con sus partes nobles. No conocen de distancia y ponen a prueba la paciencia de la fuera su victima hasta el final de su recorrido.
6- El too cozy to move: estos seres no tienen problema alguno para dormirse por más destruido que esté el camino. Vas a escuchar como se golpean por apoyar la cabeza por la ventana o a ver lo evolucionados que están algunos que, aprovechando el frío, utilizan sus abrigos como almohada. Otros por ejemplo van a terminar usándote a vos como apoyo para sus cansadas cabezas y/o cuerpos haciendo que la situación se torne un poco incómoda pero nada que no pueda solucionarse con un empujoncito direccionador ;)
7- El aparato: este personaje cree que todos los que vamos en el colectivo rogamos por un poco de su música. Que si alguno tiene cara de orkut a bordo no es más que un llamado de auxilio y es por eso que por más viejo que sea su celular va a ver la manera para hacernos llegar sus canciones preferidas de Marilina, la Kchorra o peor aún, remixados de las dos y otros especímenes parecidos. Dios los tenga para siempre en la gloria. En la gloria: lejos nuestro.
8- El peajero: así como dios, este se presenta de formas misteriosas (¿?) y cuando menos te los esperas tu sexto sentido te alerta para que guardes tu celular o acerques tus pertenencias más valiosas cerca de tu alma. En caso de que tu sexto sentido este fallando, para que citado todo lo anterior, te arrepientas de no haberlo hecho a tiempo. No faltan estos tipos de pasajeros y desafortunadamente se podría decir que son hasta una burrada de nuestra cultura.
9- El altoparlante: en cuanto acerca el celular a su boca o en cuanto encuentra lugar junto a la comadre, esta persona tiende a activar su modo speaker y todos cuanto estamos a su alrededor terminamos escuchando lo que sea que empiece a decir. Uno termina enterándose que Margarita luego nunca le quiso a Enrique y que Juan siempre luego sacó plata de la caja cuando hacía su arqueo. Pero un sinfín de cuestiones ajenas llegan a vos para que luego pases esto a archivar, borrar o compartir.
10- El músico: no todos los pasajeros son detestables, este por ejemplo es uno de mis pasajeros preferidos. Puede que muchos no lo consideren pasajero porque no paga pasaje como el resto pero para mi es el mejor del mundo. Sube y por más horrible que este el día, por más trabajos y problemas que uno traiga encima, él logra que estos desaparezcan como por arte de magia cantando una canción con la guitarra, lanzando rimas a la par de lo que ve ni bien sube al colectivo y siempre al ritmo de los beats o, como en el video que les voy a mostrar a continuación, dándole amor a un viejo saxofón para alegrar la tarde de los viajeros.
Cuando el viaje es compartido es normal encontrarnos con personas así, variadas. A veces nos van a caer bien, otras no tanto pero lo rescatable va a ser siempre el poder estar conectados por estas similitudes con otras personas, como vos por ejemplo, ¿decime si nunca te pasó encontrar a uno de estos personajes camino a casa o camino al trabajo?
Falto uno:
11. Keiji: a veces nos topamos con algún turista del interior del país que, tratando de ser gallito y para que despues no le digan pobrecitona, agarra nomás los colectivos como vienen, porque en Encarnación cualquier colectivo que agarres te deja bien. Lastimosamente vemos como su destino acaba por ser, en vez de la casa de Sarah o su trabajo, San Lorenzo, Itá y hasta las inmediaciones de Paraguarí (?)