The Killing: un insomnio justificado
No dormir, no comer y que durante más de tres días andes con las mismas medias por la vida dan a entender que o sos una buena detective súper compenetrada y comprometida con tu labor o que empezaste a ver The Killing y no podés parar hasta saber quién es el asesino. Esto último vendría a ser mi caso, obviando obviamente (¿?) lo de no comer nada, porque por cada capítulo que le sumo a mi vida, le resto unos cuantos kilos de comida a la heladera de casa.
Con decirles que empecé la serie hace unos cuantos días nomas, no más de una semana, y ya voy por la segunda temporada. Cada una tiene 12 capítulos y cada uno dura cerca de 45 minutos, hagan los cálculos.
The Killing es una serie policíaca que tuvo su primer capítulo en el 2011 y el último durante el año pasado. ¿Por qué me atrapó tanto y qué es lo que la hace tan especial respecto a otras del mismo género? Durante toda la primera y segunda temporada estamos detrás del asesino o la asesina de Rosie, una joven de 18 años de la que no se sabe nada luego de que desapareciera durante un fin de semana hasta que la encuentran sin vida en la cajuela de un auto, y no uno cualquiera sino en uno de los móviles del candidato a concejal y en pleno mes de elecciones. Hay un crimen, hay un caso y durante esos doce capítulos que forman parte de la primera temporada lo que no faltan son sospechosos, una empieza a dudar hasta de los papás de la nena, del profesor, del novio, de los políticos, de los amigos, DE LA MAFIA.
A esto súmenle personajes a los que podemos creerles todo como nada a la vez; unos papás a los que queremos abrazar cuando se ponen tristes recordando su pérdida, una detective a la que no podemos dejar de querer y seguir y empujar cuando vemos la devoción con la que minuto a minuto se encuentra pensando y trabajando en el caso, un joven policía al que trasladan de narcóticos a homicidios que nos hace poner en duda todo lo lindo que vemos en el como compañero fiel cuando se presentan ciertas circunstancias y así, la lista es interminable, y así como aparecen personajes, aparecen sospechosos y una, si es como la que les escribe, no deja de pensar en las evidencias, en los diálogos, en la victima, en lo que pasó y en descubrir cuanto antes qué fue lo que pasó.
Con The Killing reafirmé mi pasión por este tipo de historias. Las investigaciones, los sospechosos, los descubrimientos, esa búsqueda constante de evidencias me fascinan a tal punto de pasarme tardes, noches y madrugadas con los detectives Linden (Mireille Enos) y Holder (Joel Kinnaman). En serio hasta tengo ganas de dejar todo de lado y empezar una carrera como detective ya nomas y que mi futuro hijo y mi futuro marido-to-be odien mi trabajo.
De momento me quedan dos temporadas y piquito que terminar y eso me encanta. Tuve que escribir esto por eso mismo: para plasmar la reafirmación de mi amor por las historias policíacas, de suspenso, misterio y drama en el blog. Y para recomendarte a vos que me lees, que la veas y no pierdas un minuto más de tu tiempo y de tu vida en otra cosa.
Obs.: todos los capítulos están disponibles en Netflix, yeii!
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