Steve Jobs: Una genialidad con alma para ver mil veces
Luego de haber visto Jobs en el 2013 pensaba que con esta nueva película iban a mostrar más de lo mismo pero con pequeñas diferencias y un nuevo elenco, pero me equivoqué, porque lo que hizo Danny Boyle fue fantástico.
No esperaba mucho de esta película, es más, no tenía muchas ganas de verla y hasta había dicho que ya teníamos suficiente de Steve Jobs con lo que había hecho Ashton Kutcher.
¿Qué más iban a traer a escena?, me preguntaba, y lo que Boyle y todo su elenco trajeron a nuestros cines este enero no solo me respondió sino que me cerró la boca.
La película es maravillosa y en comparación a la que se hizo en el 2013, la nueva es mucho más compleja y mucho mejor. Es cierto e indiscutible que la actuación de Kutcher en la de años anteriores fue increíble e impecable. Los gestos y cada uno de los movimientos del actor en esa realización fueron tan bien trabajados, que de verdad, para mi, era como verlo al mismo Jobs en la pantalla.
Pero así como indudablemente la actuación de Kutcher era un todo en ese filme, la historia en sí lo enfocaba a él y a nadie más que a él. Al genio malvado, mal amigo, mal padre, mal hombre, mal todo, pero genio, en esa película era imposible ver brillar a alguien que no fuera el mismísimo Steve Jobs. Pero no por eso, el “genio malvado” de Joshua Michael Stern dejó de ser genial porque en serio lo fue.
A lo que sí voy con la comparación es que la de ahora es una película tan brillante y tan especial porque todo el elenco, desde Fassbender, pasando por Kate Winslet, Seth Rogen, Jeff Daniels, hasta Waterston y Perla Haney-Jardine, junto a ese magnífico guion se hacen cargo de hacerla brillar.
No podía ni quería deja de mirar la pantalla y cada escena de esta película porque de verdad quería seguirle el ritmo, uno que no paraba y uno que si no me tenía siguiendo cada diálogo, que era excelente, me tenía maravillada mirando cada uno de sus planos que iban desde diferentes ángulos y perspectivas (cosa que me encanta porque me gusta que me “paseen” por las escenas cuando las locaciones son hermosas) o atendiendo a las palabras que exponían una idea en grandes letras de tanto en tanto.
En serio es todo tan genial porque sobran frases y escenas que recordar, como la comparación de uno de los personajes con Rain Man, los videos originales de las presentaciones, y hasta un mini video de Los Simpson.
Al Steve Jobs de Boyle no le falta humor, no le falta genialidad, y así como a su “genio” no le falta ese toque despiadado tan característico de su personaje, en esta película no le falta tampoco corazón, y haberle puesto alma fue lo que me hizo amarla.
Cada uno de sus personajes, cada actor en el elenco, cada pequeño papel formó parte en esta realización y la hizo una pieza compleja, completa y perfecta, y yo le doy todas mis estrellas una y mil veces por no solo haberme sorprendido, sino por haberlo hecho tan impecablemente con un trabajo brillante que vería una y otra vez sin cansarme.
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