¿Nuevo en casa?
Muchas amigas y amigos de amigas y amigos de amigos de amigas de amigos (¡?) me preguntaron en más de una ocasión qué podían hacer en caso de traer un gatito nuevo a la casa y qué debían hacer para que no pelearan con los gatos que ya eran parte de su familia y en síntesis como lograr la paz y el equilibrio en la casa con la llegada de un bebe nuevo.
Con más de sabe dios cuántos gatos en mi currículum (¿?) y años de haber sido mamá, abuela y bisabuela de estos pequeños de cuatro patas que tanto me gustan, decidí que era hora de compartir las respuestas a esta y otras consultas en el blog. ¡Así que empecemos!
A la hora de traer un pequeño a casa hay que tener en cuenta lo siguiente: ¿Ya hay otros gatos en la familia? Y si los hay, ¿son estos pequeños o ya son grandes? Responder esto ayuda bastante con las técnicas en busca de la paz gatuna entre el recién llegado y los hommies.
Si en tu casa tenés gatitos no muy grandes y el gato que traes es también pequeño es súper fácil que se lleven bien y casi imposible que pase todo lo contrario. Juntar gatitos que son muy pequeños es como juntar bebes recién nacidos (¿?) a lo sumo van a sentir mucha curiosidad y se van a mirar por horas babeando pero nadie va a morir.
Ahora bien, cuando se trata de buscar la paz entre gatos grandes y chiquitos o entre dos o más gatos grandes, la cosa cambia, se pone difícil pero no es nada que no se solucione en un par de días. Por eso siempre les digo a mis amigos que es normal que los gatos más antiguos peleen con los nuevos y estén todos con los pelos parados y haciendo hissss y esos sonidos de maldad pura terrenal.
Yo sé que para muchos el escenario era capaz muy diferente y se imaginaban una bienvenida más o menos parecida a esta:
Pero la realidad se parece más a esto:
Cuesta que de entrada todos acepten al nuevo porque ¿quién demonios se cree para robarse toda tu atención?, ¿y quién en la tierra le dio permiso de tomar de su agua y comer su comida? Celos, es normal y pasa hasta en las mejores familias de humanos. Pero no es nada que no se pueda solucionar, por eso aquí unos van unos cuantos tips:
* Cuando se trata de acercar michis no hay nada que funcione mejor que hacerlo mediante la comida. Así como en el amor, no hay mejor camino que ir por el estómago (¿?) con los gatos es igual. Acercar dos platos de comida y hacerlos compartir un espacio va a ser que quieran o no tengan que aguantarse si quieren comer y los michis no son tontos, comida es comida y no hay argeleria en el mundo que los haga rechazar un plato de purina.
* Otra cosa importante es hacer que se vayan reconociendo, oliendo y aceptando y para eso es bueno y necesario que estés presente, que los vayas acercando y “presentando” y que estés ahí para que no se lastimen. Es normal que cuando los pongas de frente huelan al nuevo y el nuevo se deje oler pero con los pelos de punta y que todo termine con un hisss hasss chisss, el NO LO QUEREMOS gatuno, pero tranquila/o.
Todo eso va a pasar y si vas intercambiando esas sesiones de reconocimiento con las de platos de comida juntos, todo va a salir bien y en unos cuantos días (ni dos) la relación va a mejorar.
Por eso no es buena idea que los separes de entrada y que alejes al nuevo del resto. Eso solo va ocasionar que los enojos de los otros se posterguen. Es bueno que los presentes cuanto antes y que se acostumbren a estar juntos aunque eso signifique recibir uno que otro “soco” de bienvenida.
PERO… YO NO TENGO OTROS GATOS EN CASA
Si respondiste con un “ninguna de las respuestas anteriores es la correcta” cuando pregunté si tenías otros gatos en casa, no hay problema, puede que no tengas que lidiar con nada de lo anterior pero igual hay que tener en cuenta algunas cositas:
Traer un gatito nuevo puede ser muy triste si vivís solo y en un departamento y si como el resto de la humanidad la vida te exige que salgas todas las mañanas para ir a trabajar. A la larga esto puede que tanto el pequeño como vos pasen por una etapa de estrés significativa.
Los gatitos y hasta los gatos que ya no son chiquitos, necesitan jugar mucho y “pelear” con sus hermanos porque es así como van adoptando esa posición de cazadores y de grandes guerreros desde temprano. Proporcionarles un espacio en el que tengan al menos un rascador, juguetes y algún árbol para gatos es importante si vas a dejarlo solo de vez en cuando. Que juegues con él es también muy importante si no tiene hermanos porque de no ser así, tu pequeño va a estar triste, y tarde o temprano va a adoptar comportamientos errados como que no haga sus necesidades en su caja de arena o incluso que se muestre agresivo.
Pero más allá de eso, no hay nada que mucho amor y mimos no solucione. No olvides tener a mano un cepillo de mascotas, a los gatos o al menos a la mayoría les gusta mucho que los cepillen. Esto también ayuda a eliminar los “pelos viejos” y a mejorar ese vinculo entre ambos :)
¿Quedaron dudas? ¡No dudes en dejar tus consultas en los comentarios!
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