Mucho más que pliegues de papel

Mucho antes de 1880, el doblado de papel para la creación de figuras tuvo su origen en Japón.

En un principio, esta actividad recibió el nombre de Orikata, que en español significa “Ejercicios de doblado”. Pasaron los años y “Origami” palabra en japonés que viene del verbo Oru doblar y el sustantivo Kami, papel, fue el nombre que se le reasigno y es el nombre por el que hasta hoy en día se lo identifica además del nombre Papiroflexia, que es como lo nombraron en España.

Particularmente, conocí el mundo origami gracias a mis profesores de japonés, Héctor-sensei y Adela-sensei, en el CPJ. Con ellos, aprendimos a hacer unas cuantas figuras pero solo en un par de clases, no muchas, y con mis compañeros, especialmente con Bruce-san que es el mas habilidoso de nosotros con las manualidades, nos dedicamos a buscar más figuras y a continuar con el doblado en nuestras casas y durante el kyukei (receso).

Un día, Cuervo, amigo y compañero, vino con una grulla en la mano y algo muy interesante que compartirnos. Nos hablo de “La leyenda Senbazuru” o tradición de las mil grullas.

Esta es una antigua leyenda japonesa que habla de la creación de mil grullas de papel para la realización de un deseo. Una vida larga o la recuperación de una enfermedad son deseos que según esta historia, una grulla iba a cumplir a quienquiera que las realizaba.

Estas grullas de origami no solo motivaron una linda actividad y un lindo detalle que regalar a alguien para que cumpla sus deseos.

En 1958, pasaron a ser un símbolo de paz cuando en el Parque de la Paz de Hiroshima se alzó una estatua dedicada a una pequeña niña llamada Sadako.

Sadako Sasaki, con dos años de edad, se encontró a 1,5 Km. de la explosión de la bomba atómica, y a los 11 años le diagnosticaron leucemia a causa de la radiación.

Estando internada, su amiga Chizuko Hamamoto le recordó la vieja tradición de las grullas de origami, le regaló una grulla dorada y le dijo que esa sería la primera de las mil, animándola así a empezar con los doblados para cumplir su deseo: recuperarse pronto.

Hacía las grullas con los papeles de sus medicamentos y de los que encontraba. Un día, conoció a un chico que, como ella, también tenía leucemia y así como Chizuko hizo con ella, trato de animarlo a que siga la tradición Senbazuru, pero el chico le dijo “Sé que moriré esta noche”. Fué entonces que Sadako pensó que pedir solo su recuperación no era justo y cambió su deseo; pidió que su esfuerzo sirviera para evitar guerras como las que vivió y sus consecuencias. Deseó paz y curación a todas las víctimas del mundo.

Desafortunadamente, su enfermedad avanzó muy rápido y no pudo terminar las mil grullas de papel. Murió a los 12 años de edad el 25 de octubre de 1955 y dejo 644 grullas de papel completas. Sus compañeros se ocuparon de realizar las restantes y completar el total de origamis. Gracias a ellos no solo se realizaron las mil grullas de papel. Junto con otras amistades de Sadako, pensaron dedicarle un monumento donde se la representaría con una grulla dorada en la mano. Este monumento también seria una dedicación a todos los que murieron a causa de las dos bombas atómicas.

En la base de esta estatua construida en 1958 esta escrito lo siguiente: “Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo”.

Más que un arte, el origami es un pasatiempo cargado de historias, mensajes y leyendas que contar.