Molotov: poco pudor y mucho rock en Paraguay
Randy Ebright, Micky Huidobro, Paco Ayala y Tito Fuentes se presentaron en el escenario del polideportivo del club Sol de América y enloquecieron a un público que, a puro sudor, coreó, saltó y vibró al ritmo de sus nuevas canciones y los temas clásicos característicos por no destilar pudor alguno.
Un público eufórico, que con ansias quiso disfrutarlos en vivo desde diciembre, mes en el que quedó suspendido el concierto Rock en tu idioma por problemas de logística, pudo verlos, finalmente, en escenario paraguayo.
Luego de que las agrupaciones nacionales, Salamandra y Antenna se lucieran anticipando el plato principal de la noche, los chicos de Molotov arrancaron, cerca de las 23.30, con un show cargado y acompañado de mucha energía y sudor.
Si bien sonaron clásicos como Amateur, Chinga tu madre y Noko, temas que hicieron que no quedará cuerpo sin dejar de saltar entre el público, las canciones nuevas fueron bien recibidas.
A estas les siguieron Changuich a la Chichona, Perro negro, Voto latino, Here we kum y Parásito que, con saltos, pogos y canto de los presentes, no dejaban de estremecer el polideportivo del club Sol de América.
Mientras cantaban, mujeres con poca y nada de ropa pasaban en las pantallas que formaban parte de la escenografía y la interacción de los mexicanos con su público.
A estos les preguntaban si ya estaban cansados y los llamaban a menear y a soltar “desmadre” con un “¡Arriba Paraguay, señores!”.
Randy, también conocido como El Gringo Loco, baterista del grupo, dejó los palillos y pedales para tomar el micrófono y cantar antes de que las notas del clásico Gimme the power se escucharan en la noche del viernes, ya a minutos del sábado.
Seguidamente, Frijolero, Me convierto en marciano, Más vale cholo y Dance and dense denso anticiparon el que se creyó sería el final del show mexicano.
Y luego de haberse despedido con “muchas pinches gracias” al finalizar los temas Matate tete y Puto, canción que nuevamente no dejó que las energías decaigan, el público empezó a llamar a la agrupación.
Tras 10 minutos de pedir un encore, Molotov volvió al escenario llenando todas las expectativas de los presentes que querían todo lo que estos tenían para dar.
“¡Molotov está en la casa!” se escuchó, e interpretando Rap, soda y bohemia se acercaron al final de la noche, donde los integrantes del grupo pidieron a las señoritas que quisieran subir al escenario que lo hicieran.
Ya arriba, y luego de dejar sin remera al bajista y robar unos cuantos besos a los amigos mexicanos, las chicas bailaron al ritmo de Rastamandita para cerrar la presentación intensa y llena de energía y descontrol de Molotov en Paraguay.
Esta nota fue publicada un 16 de febrero del 2013
y elaborada para el portal de noticias paraguayo ULTIMAHORACOM.
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