Limón, agua y azúcar, una elección saludable
Una amiga me escribió hoy para preguntarme si una conocida gaseosa en lata seguía siendo uno de mis vicios y para su sorpresa, y creo que para la mayoría de los que me conoce, le dije que ya no, que hace unas semanas cambié las gaseosas por un vasote de limonada.
Este cambio también fue una sorpresa para mi, ya que antes en busca de algo para tomar en la heladera, iba directo a una de esas botellotas llenas de ese liquido enviciante oscuro que todos conocemos y ahora las cosas cambiaron y voy en busca de limones. Si no encuentro a estos pequeños amigos verdes y redonditos ahí, no tengo problema porque por suerte tengo un árbol lleno de ellos en el patio trasero y es solo cuestión de ir y agarrar unos cuantos, lavarlos y ya, para tomar un vaso de fresco de limonada.
Luego de tomarme el vaso número 56.356 más o menos (¿?) me puse a investigar sobre los beneficios de este nuevo habito y son muchos y son geniales, tanto, que me dije que tenía que compartirlos con ustedes y animarlos, de ser posible, a hacer a un lado lo artificial de las gaseosas y darle una oportunidad a lo natural.
Beneficios de una deliciosa limonada
Mantenernos sanos: Cuando se está bajo mucho estrés o con preocupaciones y pasando malos ratos, el cuerpo consume mucha de nuestra vitamina C y es por eso que de estar super sanos podemos pasar a enfermarnos constantemente. Las defensas disminuyen por esto y empeoran si a esto le sumamos el llevar una mala alimentación. El limón tiene propiedades anti bacterianas y refuerza nuestras fuentes de vitamina C.
Otra de las grandes propiedades del limón es el potasio, esto ayuda al control de la presión arterial y mantiene estimulado el cerebro.
Buena digestión y desintoxicación: El limón es ácido y nunca me imaginé que este serviría para contrarrestar algo como la acidez pero es así. Según artículos de nutrición y salud, una vez que este ácido entra a nuestro organismo “se convierte en un alimento alcalino que equilibra la acidez”. Alivia malestares de la indigestión, ardores y cólicos y liberar toxinas por sus beneficios diuréticos y eliminar el mercurio, cadmio y otros metales pesados del cuerpo. También mantiene nuestros vías respiratorias limpias.
Estar bien por dentro y por fuera: Los beneficios se trasladan de lo interno a lo estético gracias a la fibra pectina, que controla los antojos entre comidas y reduce el apetito y a que el limón activa el metabolismo y ayuda a quemar las grasas del cuerpo. La vitamina C también ayuda a que la piel luzca mucho mejor.
Por todo eso, y porque por Paraguay estamos con el clima tan cambiante últimamente, es que esta semana te recomiendo prepararte una limonada. Para un vaso solo necesitas un limón, agua y azúcar o edulcorante a gusto. Nunca fue tan fácil estar tan bien :)
Excelente elección! Lástima que aquí en Japón las frutas están caras, que yo algunas veces tengo que conformarme con esa bebida del demonio. Ya que estamos, te recomendaría también un buen jugo de pomelo, lo único que cambia es el sabor, no mucho, pero para no “aburrirse” del limón (no sé quién se podría aburrir de las limonadas, pero bueno…).
¡Hola, Mura! Estuve pensando en eso, en su costo en otros países porque incluso acá está medio carito el limón, por suerte yo tengo la planta.Pero en verdad es para sacarle el jugo literalmente si está dentro de tus posibilidades conseguir unos cuantos limones a la semana. Y tu recomendación para variar y no aburrirme de tanto limón está muy buena,¡gracias! :D me gusta el pomelo pero más que para jugo para comer las rodajas con cucharita y azúcar, ma petit pleisir jaja ¡un abrazo enorme!
Las naranjas las como así pero sin azúcar :D
Que lástima no compré ayer limones y/o pomelos del super, mi hijo saldrá con manchas verde-amarelha (?)
Sin pulpa y con mucha azúcar por favor~ así como solía prepararme mi abuela :)