Like a (Guaraní) Arrow
Quién conozca de mi línea de redacción sabrá que siempre inicio con una interrogante de la razón del post mismo. Bueno, esta vez no es la excepción y les digo que me gustan las historias que tienen por núcleo la aventura. Creo que a todos. Ese sentimiento de dejar de pensar, tomar nuestras cosas y aventurarnos como cuando Ash salió de Pueblo Paleta aquella mañana (?) Enfrentarnos a lo desconocido, experimentar montones de cosas, conocer gente de distintos lugares y más que nada vivir bajo otros panoramas, paradigmas, puntos de vista y realidades. Bajo este espíritu valiente es que una tal Lucy Rose Parton vino a nuestro país.
Ahora bien, quizás ustedes me dirán “ha máva piko la kuñatai?”. Para no hacerla muy larga y tampoco copiar/pegar montón de datos de Wikipedia cual trabajo práctico de estudiante promedio (?) vamos a decir lo siguiente: Lucy Rose es una artista inglesa de onda indie-folk que se animó a hacer su carrera con su guitarra a cuestas allá por 2007, a los 18 años (el sueño de todos los que hoy terminamos siendo empleaditos del sistema). Como cualquiera podría suponer esta empresa siempre es basante hendy y hay que ser paciente. Para su fortuna, ella contaba con un grandísimo talento: una voz suave que te lleva a las nubes, además de una belleza de la que no te podés despegar. Basta con decir que, al menos desde mis ojos, evoca a esa dama que también tuvo su lugar en la música llamada Pattie Boyd (solo que sin esos dientitos de conejo).
Partiendo desde su natal Warwickshire y luego de varias idas y vueltas en la capital inglesa, Lucy fue evolucionando musicalmente, descubriendo el sonido de sus artistas que considera sus influencias más fuertes, Neil Young y Joni Mitchell y actuando donde sea que fuese, aun cuando su único público fuese el barman del local. Luego de un par de años y de lograr ser conocida en las noches acústicas de Londres, se encuentra con Jack Steadman, el vocalista de Bombay Bicycle Club, con quien construye una amistad y la invita a participar como segunda voz en algunas canciones del álbum que iban a sacar: Flaws.
De esta manera Lucy acompaña a la banda en tours por Inglaterra como corista y trabajando con ellos además de seguir con sus presentaciones en locales londinenses. A finales de 2011 decide apostar por una carrera como solista, para lo cual vuelve a la casa de sus padres y graba los temas de lo que termina siendo su álbum debut: Like I Used To, obra con la que empieza a tener fama a nivel mundial bajo el sello de Columbia Records.
En los años siguientes vendrían más tours con Bombay Bicycle Club, Noah and The Whale y como solista por Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá, compartiendo festivales con grandes como Bob Dylan . También trabaja con bandas como Ghostpoet y Manic Street Preachers, llegando luego a mayo de 2015 cuando publica su siguiente álbum, Work It Out, con otros buenos temas que representan según ella “su desarrollo como persona“.

“Sin promotores, sin agentes de reservas, sin representantes. Este tour entero ha sido armado por los fans.” – (Fotografía: instagram.com/lucyroseparton)
Finalmente llegamos al año corriente cuando empieza la bonita historia que les dije al inicio. Ya en septiembre del año pasado Lucy tuvo una idea bastante original: al leer que fans fuera de Gran Bretaña (residentes en países y ciudades donde las bandas no suelen hacer tours) tenían muchas ganas de verla tocar decidió ir junto a ellos, encargándose ella de los costos de transporte. ¿No es genial que la artista que te gusta no solo te haga caso sino que venga solo porque vos querés? Pero no termina ahí. A cambio de tocar para ellos, los fans se hacen cargo de la organización de los eventos, la estadía, la alimentación y hasta de darle mini-tours turísticos por las distintas localidades. Un viaje donde, aunque todo sea parezca algo arriesgado, todos terminan ganando y muy bien.
Es entonces que lleva a cabo su proyecto el 24 de marzo en Ecuador y con el correr de los días viene bajando hasta llegar a nuestro país la semana pasada. Seré sincero: hasta el 20 de marzo no la conocía en absoluto. La noche de aquella fecha mi amiga me hizo escuchar unos temas de ella, los cuales me cayeron muy bien como para ir a escucharla (como dije antes, su voz realmente seduce) pero lo que más me atrajo es lo que la inspiró a venir. A la gente que se anima siempre hay que apoyarla de alguna manera.
Así pasó todo el mes de abril, siguiendo día de por medio su recorrido sudamericano. No era yo quién le pidió que venga ni tampoco podía llamarme fan pero generó en mí y en mi grupo de amigos una amplia expectativa. Decidí no escuchar tema alguno (aparte de los que me hizo escuchar mi amiga) hasta su presentación. Quise dejarlo para esa noche. Sonará poético, pero tenía ganas de descubrir lo que ella era la noche de su concierto. Imaginé que allí tomaría su forma más pura, porque cuando uno da a conocer el arte que realiza expone al mundo las interioridades de su ser y eso me parece de lo más sublime.
Fue así entonces que nos encontrábamos en Galway a las 01:15 del Día del Trabajador. Allí estaba cantando con la misma pulcritud vocal que había escuchado yo hace un mes. Me di cuenta que no me había equivocado y que nadie allí presente tampoco. Una hermosa chica rubia onda indie con acento inglés, voz angelical y multi-instrumentista estaba a metros de mí. Llámenme impresionable pero nambré, hermosa ella, ahí mismo dejaba todo (?) No obstante, vayamos a lo que realmente importaba: el espectáculo. Concertazo. 10/10, desde la ingeniería del sonido hasta la puesta en escena. Todo cuadraba y ayudaba a crear la máxima expresión artística posible. Por si fuera poco la presencia de una excelente artista británica en la misma ciudad donde mi madre me dió a luz, también fuimos el único lugar (al menos hasta ahora) en donde pudimos gozar de su ejecución en el piano, interpretando temas como Nebraska.
Grandiosa manera de recibir el Día del Trabajador en Galway Irish Pub en Encarnación – (Fotografía: The Line of Best Fit)
Con los temas de su último trabajo dominando su setlist terminé realmente satisfecho aquella noche. Como pocas veces me ha pasado en la vida, todo salió como esperaba. Creo yo que nunca hubo margen de error con Lucy Rose puesto que cuando uno realmente hace las cosas desde el alma y con el corazón, éstas terminando siendo indefectiblemente geniales. Lucy es una artista que no solamente se preocupa por sus seguidores, sino que tiene tatuado en la frente no separarse de los motivos originales que la hicieron empezar esta travesía hace casi 10 años. Para cerrar la idea y evidenciar su grandeza de persona rescato estas palabras que escribió para The Line of Best Fit el 22 de marzo, dos días antes de su debut en Quito:
En esta industria podés fácilmente caer en cosas que realmente no importan, como los me gusta en Facebook, las vistas de los videos, si el número de fanáticos crece, qué deberías ponerte para tu próxima sesión de fotos, en definitiva cosas sin sentido. Todas estas cosas se han acumulado durante el último año y he olvidado el porqué me metí en la música en primer lugar, que es escribir canciones que hagan que la gente sienta algo.
Cualquiera quien pueda decir ‘Escribo y hago música para vivir’ es una persona extremadamente afortunada. Es el trabajo de tus sueños pero también viene con un peso que es difícil de sobrellevar algunas veces. A veces se siente como si ser una misma no basta. Más de una vez he sido criticada por ser ‘muy buena’. Es decir, las listas pueden mostrarte de lo que habla la gente, las reseñas, las reuniones, los comentarios… ¡Pero lo que hace que realmente todo valga la pena sos vos! La persona que escucha mi canción antes de ir a dormir, que se ha conectado a mí de manera pura a través de mi música, justifica todo lo que estoy haciendo con mi vida. Le da significado, lo cual es la única razón por la cual cualquiera empieza a escribir y a hacer música en primer lugar.
No se trata del éxito o las ventas sino de verdaderamente tener un impacto en la vida de alguien, inspirarlos a que agarren la guitarra y empiecen a escribir, o confortarlos cuando se sientan completamente solos.
Espero que este viaje sea el primero de muchos para visitar gente en algunos de los remotos lugares donde los músicos no suelen hacer tours porque son realmente importantes como cualquiera y los valoro tanto como cualquiera. Así que aquí vamos, los veré del otro lado.
Como habrán leído, para ser fan de Lucy Rose les podría hasta decir que no hace falta escuchar su música. El solo hecho de que está ahí, preocupándose por quienes la escuchan y manteniéndose firme en sus principios, hace que sea digna de admiración en todo el planeta. En un mundo donde la música cada vez es más comercial, esta señorita se tomó el coraje de dejar la bonita Inglaterra para recordarnos el verdadero significado de la música: disfrutar la vida y sentirla a pleno.
Insisto, no soy un seguidor con todas las letras como las buenísimas personas que tuvieron el buen tino de contactar con ella para que venga. Pero me pareció que se merecía estas palabras por todo lo mencionado allá arriba. Por eso me tomo el atrevimiento de decir en nombre de quienes inspiraste (y aunque quizás no lo leas): Thanks a lot for your music, Lucy! Definitely we took our chance with you and we flew… like an arrow ?
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