Gritos del Monday: Más errores que aciertos en este jopara de terror
Desde que tuvo problemas previos a su estreno, ya nos anticipaban una primera película de terror nacional con muchos detalles a trabajar.
Desordenada, con diálogos alejados de toda naturalidad, y un elenco que debería seguir estudiando actuación, esta película tiene que tomar nota de las críticas y prepararse mejor si quiere dar una buena secuela.
Pero antes de hablar de los errores en detalle, cabe resaltar los aciertos que tuvo el filme de Héctor Rodríguez: la fotografía, el maquillaje, la impecable actuación de Javier Enciso y la no muy mala actuación de la pareja del filme.
FOTOGRAFÍA
En una de las primeras escenas, en aquella que introducen el filme con los nombres de los actores y demás créditos, la fotografía nos atrapó a todos con la imponente belleza que rodea a los saltos del Monday.
Otro punto bueno que denotaba su filmación fueron los planos. Era imposible no morir de miedo cuando reducían el plano al rostro del personaje, y lo que quedaba por verse alrededor, daba paso a ese ambiente de suspenso y terror.
MAQUILLAJE IMPECABLE
El maquillaje se merece un 10/10 sin lugar a dudas. Increíble lo que hicieron en el rostro de la entidad malvada en el filme, y en todos. Nadie lucía sobrecargado de maquillaje, y presentaban un look bastante natural.
LAS BUENAS ACTUACIONES
La de Javier Enciso fue, como ya es costumbre para los que lo vimos anteriormente, una actuación excelente y creíble, pero breve. Le jugó en contra el diálogo, y no solo a él, a todos, y así como apareció, desapareció por culpa de un guion desordenado.
Además de él, la joven pareja que aparece en este filme hace un muy buen trabajo también a la hora de actuar y de nuevo, lo que les jugó en contra fueron los diálogos. Debían tener diálogos que se adecuen a su edad y no tan rebuscados para hacer que sus actuaciones fuesen mucho más creíbles.
MUCHO POR TRABAJAR – GUION
Algo que resultaba bastante chocante eran las transiciones. En una escena por ejemplo estabas viendo a la chica, en su cuarto, de noche, pidiendo que por favor vayan junto a ella, y la siguiente escena era, inmediatamente, de día, con los amigos tocando a la puerta de cualquier otra persona y no a la de su compañera. Y esto era algo que pasaba todo el tiempo.
En la película te llevaban de una parte a otra sin explicación y en vez de agregar escenas de relevancia, añadieron otras totalmente innecesarias, muy tontas y algunas veces hasta repetitivas.
Una y otra vez nos mostraban escenas con los miembros de la iglesia, diciendo de una y mil maneras que “hay cosas que la iglesia no puede explicar”, y ya nos quedaba bastante claro, lo que no nos “cerraba” era lo que justamente debían pasar a explicar dejando a un lado esas mil y una escenas con los sacerdotes, padres y demás.
Pero los errores no se limitaban a todo eso que no se explicó. En las escenas innecesarias también presentaron situaciones sin sentido alguno, y muy a lo “Star Wars: El Despertar de la Fuerza”, en un momento crítico del filme aparecía mágicamente un vehículo de escape, y un personaje random (que jamás se supo quién era) para salvar la situación.
DIÁLOGOS Y ACTUACIONES DE TERROR
¿Cuándo en la vida nuestros papás dijeron alguna vez que nos tenían que “evaluar” cuando nos pasaba algo malo? Los términos rebuscadísimos hacían que las conversaciones entre personajes se sientan falsas, muy poco creíbles.
Los jóvenes hablaban como ningún “joven” habla a esa edad, respondían con un “sí, fui testigo” como si hubieran presenciado un asesinato, cuando bien podían responder con un “sí, vimos eso”, y sonar mucho más “normales”.
Hay que decir que si bien los diálogos daban un susto, algunos actores igual. Clotilde Cabral sobreactuaba cada una de sus apariciones, y por error en el guion y los diálogos, de no saber nada sobre lo que estaba pasando, pasó a ser una experta entendida en la materia en cuestión de escenas.
Uno de los padres en el filme actuaba con un acento muy poco paraguayo y su actuación dejaba mucho que desear, y ni que hablar de la nena “atormentada” y de sus padres.
NO AL CLICHÉ
El maquillaje se llevó un 10/10 por más de que el rostro y el vestuario del “fantasma” era el típico de toda película de terror. Creo que podían haberle puesto cualquier otro atuendo y no necesariamente vestirle de blanco al espectro.
A la hora de elegir qué tipo de historia de terror iban a contar, parece que lo que trataron de hacer con Gritos del Monday fue poner un poco de lo bueno que ya vimos en varias otras historias en una sola, ¿resultado? Un jopara de terror.
No se entendía si querían hacer o no un exorcismo, si todo era culpa de un ritual satánico, de los extraterrestres o de los guaraníes, y en una parte hasta parece que quieren meter zombies.
Más que una historia cliché, era una historia llena de clichés.
¿RECOMENDADA?
Apostar por hacer cine de terror es siempre arriesgado, ni que decir apostar por hacer la primera película de terror del país. Por una parte valoro muchísimo que por fin un director haya decidido jugarse por hacer algo así, por otra, solo resta decir que hay mucho por corregir, pero que de hacerse podría tener resultados fabulosos y dignos de aplaudir.
Esta no deja de ser una película recomendada, porque dentro de todo, las películas hechas en casa tienen que verse, y no “por ser paraguayas” solamente, sino porque tienen que criticarse, siempre para mejorar y para que los que amamos el cine de terror como yo, tengamos lo que nos merecemos, una buena película de terror con sello nacional.
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