Glass: El cierre de la trilogía Eastrail 177

Es increíble la manera en la que Shyamalan logra tenerme sin saber QUÉ esperar o no esperar de sus historias y eso es algo que simplemente me fascina.
Desde El Protegido hasta Fragmentado, el director nos tira casi todas las piezas para armar un universo en el que, por más que cueste creerlo, los superhéroes existen más allá de los cómics.

Por un lado, están Elijah Price (Samuel L. Jackson), Kevin Wendell Crumb (James McAvoy) y David Dunn (Bruce Willis), cada uno con una condición que los hace especiales y un desencadenante que los une. Por otra están quienes, al descubrirlos como seres extraordinarios, pasan a convertirse en sus “aliados”: Joseph Dunn (Spencer Treat Clark), Casey Cooke (Anya Taylor-Joy) y la señora Price (Charlayne Woodard).
Así llegamos a Glass, la cual es la película que cierra la trilogía y lleva el nombre de la mente maestra que desde un principio mueve las piezas de esta historia. También nos lleva al punto temporal donde La Horda y El Protegido asumen sus roles de justiciero/villano hasta que un nuevo personaje se asoma para poner en duda TODO lo que hasta ese momento sentían tan convincentemente como especial dentro suyo.

Además de haber creado esta historia que en lo particular se me hace muy original, Shyamalan hace que cada toma hable junto a las expresiones de sus protagonistas. Las tomas “rotas”, los vidrios y la misma música dicen todo lo que calla el intrigante Mr. Glass desde su rincón silencioso.
Así también, el expresivo y multifacético Kevin vuelve a robarse un par de risas en la sala de cine con sus distintas personalidades y a su vez todos los que performan a su alrededor hacen un excelente trabajo expresivo en pantalla cuando se encuentran con cada una de estas personas que yacen en lo profundo de su interior.



Igualmente, cuando se trata de los Dunn, es sensacional ver a David en los ojos de Joseph, que ya de adulto lo ve igual de maravillado que cuando era solo un niño.
El balance entre realidad ficción llega con Ellie Staple (Sarah Paulson), una psiquiatra que busca demostrar que estas personas no tienen poderes extraordinarios y que todo lo que les pasa de increíble es en realidad algo que tiene una explicación sumamente racional y hasta científica.

La Trilogía Eastrail 177 (como llaman a esta serie de filmes por el accidente de tren que vimos en la primera de ellas) es una experiencia que película a película fue devorándome la cabeza. Y Glass, como culminación de esta serie, se siente simplemente magnífica.
Puntuaciones
Resumen
¿La volvería a ver? SÍ.¿Te la recomiendo? ¡Sin lugar a dudas! Hacete un favor y vela en tu cine favorito para vivir toda la tensión al máximo; y decime si así como me pasó a mí te imaginaste miles de finales posibles e imposibles… Y aun así Shyamalan te sorprendió.
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