Dragon Ball: Raging Blast 2 – ¿Para todos, o para fanáticos?
A tan solo unas semanas de estrenarse la nueva película de Dragon Ball Z en Paraguay, esa famosa serie que todos hemos visto alguna vez de pequeños, es inevitable darse cuenta que la emoción va subiendo de a poco entre los fanáticos, y aquí en La Srta. Ou no somos excepción. Tanto así que para el juego de esta semana hemos elegido un título de Dragon Ball Z, siendo este Raging Blast 2.
Dragon Ball: Raging Blast 2 fue lanzado en Noviembre de 2010, secuela de su predecesor lanzado en el 2009. Desarrollado por Spike Games y distribuido por Namco Bandai. A diferencia del anime, los juegos de la saga siempre se han caracterizado por dejar un sabor algo amargo a los jugadores en líneas generales; por el hecho de estar dirigidos a y que son disfrutados por un grupo específico de jugadores, hablamos por supuesto de los fanáticos del conocido “dibujito”. Este caso no es la excepción: en el juego se pueden encontrar muchos desbloqueables que serán de agrado de los seguidores de la serie, y el apartado audio-visual que presenta el juego es sin duda el más fiel a la saga hasta hoy día, donde la estética y el trabajo de voces están a la altura de la calidad presentada en el anime. Aun así, creo que el fan-service no lo es todo en el juego que sea, especialmente en los del género pelea. Incluso tratándose de Dragon Ball Z.
Como habíamos dicho, Raging Blast 2 es otro juego más en la extensa línea de videojuegos basada en la serie. Posee un gran número de personajes jugables, y la sensación de tener el control sobre un personaje que parece directamente sacado del anime es inevitable. Cada detalle puesto es sencillamente genial, ya sea en los personajes, las “auras”, las técnicas, los escenarios, o los efectos de sonido. Entre esos, hay dos aspectos que me gustaría destacar: las auras y los escenarios. En comparación a las entregas anteriores, donde las auras tenían el mismo diseño y solo eran diferenciadas por el color, ahora cada personaje tiene su propio efecto de aura con su propio efecto de sonido, lo cual es una mejora genial. Los escenarios sin embargo, se ven algo flojos en comparación con el excelente detalle dado a los personajes; pero analizándolos a un nivel conceptual, podemos colocarlos al mismo nivel que estos. Por ejemplo, quién no recuerda el Palacio Celestial de Kamisama, donde según se decía él podía ver todo el planeta. El detalle conceptual aplicado a este escenario en el juego está muy bien trabajado, donde uno puede ver a detalle la superficie del planeta bajo el Palacio. La música por otro lado es sencillamente increíble, con solos de guitarra tremendos en casi cada tema, y donde el ritmo que ofrecen son adecuados para que cada batalla sea entretenida. Lástima que por una demanda al compositor, tuvieron que reemplazar la BS original con una BSO remixada de una entrega anterior, Budokai Tenkaichi 2, en las futuras copias del juego.
Raging Blast 2 se ubica en el género de juegos “Fighting”, juego de pelea. El sistema es muy profundo, permitiendo a los jugadores realizar varias combinaciones de ataques en sucesión rápida. Así también, permite muchas situaciones de tipo “machaca-botones”. “¿Machaca qué?” dirán algunos. Déjenme desarrollar un poco más ese concepto: lo que trato de decir es que un jugador que solo aprieta el mismo botón una y otra vez es muy capaz de interrumpir los combos de los jugadores más experimentados con facilidad. No me imagino nada más frustrante que un jugador quiera castigar al otro conectando movimientos espectaculares, solo para que el otro jugador arruine su estrategia efectuando el mismo ataque una y otra vez hasta derrotarlo. Así también, en comparación a su precuela, donde cada personaje era distintivo por los movimientos que poseía, Raging Blast 2 introduce personajes algo similares entre sí, removiendo esa individualidad que fue bien recibida en la entrega pasada. Aun así, los espectáculos ocasionales mientras liberamos una técnica contra el oponente o experimentamos una pequeña transición de la tierra al aire en las batallas serán el deleite de los fanáticos. Sin embargo para el jugador promedio, no encontrará mucha diversión al pelear con un amigo, también apenas en los modos para un jugador. Y créanme cuando les digo que pasarán mucho tiempo jugando dichos modos, especialmente en el caso que su personaje favorito no se encuentre aun disponible. A algunos les será divertido, así como otros lo encontrarán bastante tedioso.
Otra “falla” digna de mención es la falta de un “Modo Historia”, rompiendo así el esquema tradicional de los anteriores títulos. Ahora es reemplazado por el “Modo Galaxia”, un modo donde cada personaje tiene su propio “set de misiones” que tratan de recrear algunas de las peleas más icónicas vistas en la serie. Hablando de las misiones, la mayoría son bastante genéricas, con combates uno a uno y bajo ciertas condiciones como “la dificultad aumenta con el paso del tiempo”, “comienza la batalla con Salud Crítica”, entre otros. De igual manera, hay también misiones donde se presentarán las llamadas Acciones Perfectas. El realizar dichas acciones opcionales, como el realizar cierto número de daño, cierto número de golpes, ataques específicos, transformarse, o el ganar la batalla de forma específica, recompensa al jugador con un ítem equipable que hacen las batallas del Modo Galaxia más fáciles. Por ejemplo, en lugar de comenzar la batalla con Salud Crítica, uno comienza la batalla con su Salud a tope. Ahora, ¿por qué “falla”? En sí, la falta del Modo Historia es algo decepcionante. Pero a pesar de eso el Modo Galaxia es bastante bueno por los desafíos que ofrece y por el hecho de poder jugar con el personaje que quieras, rompiendo esa monotonía temática del Modo Historia, donde a veces debías usar al mismo personaje una y otra vez así como personajes que nunca llegaste a usar. Otros modos que ofrece Raging Blast 2 son Zona de Batalla, Torneo Mundial, y el modo Online.
Concluyendo, creo que vale la pena analizar el juego desde dos ángulos. Por un lado, Dragon Ball: Raging Blast 2 es lo que se podría llamar un juego “estrictamente para fanáticos”. Tanto para un jugador promedio o un seguidor casual de la serie, no les atraerá tanto el complejo sistema de pelea, o el hecho de pasar horas y horas jugando solo para “liberar” sus personajes favoritos respectivamente. Por otro lado, es un juego bastante sólido que sin duda atraerá a los seguidores más fieles de la serie. La curva de aprendizaje es algo difícil, pero una vez le agarran la onda es sencillo y divertido. La única “falla” de vuelta, sería la ausencia del Modo Historia. Nota: 8.5 de 10
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