Descubriendo Chile: Lengua y paladar
Hola a todos! Me dieron la grandiosa oportunidad de compartirles mi experiencia a través del gran blog de la Srta. Ou y quiero contarles mi experiencia sobre un país que se ganó mi cariño gracias a su gente, su cultura y esa cotidianidad que se te pega con los días: CHILE
Bueno, empecemos. Imagínense la siguiente escena: voy subiendo los cerros por las calles de Valparaíso rumbo a mis clases de traducción, cuando me encuentro con compañeras que me preguntan lo siguiente:
–¡Oye!, ¿cómo estái? Cachái que hoy día tenemos clases en el quinto piso, ¡vamo’ altiro po!
– Ya, más rato nos juntamos en mi casa para hacer la once.
– No puedo cabras, ya quedé con mi pololo de vernos hoy.
– Yapo, nos juntamos otro día po…
Al paraguayo promedio (mejor dicho, al latinoamericano promedio) puede que le resulte muy intrincado comprender este diálogo. Pero después de unos meses acá, la conversación ya no me es extraña en absoluto. Más allá de los esperados regionalismos, los chilenos tienen muchas peculiaridades, dignas de ser estudiadas. ¡Pero hablemos primero de la gastronomía!
EL (VAL)PARAÍSO DEL PAN

Aquí lejos de mi galleta cuartel (¿?) Foto: La Tercera
Aquí en Chile, la variedad de panes con la que me encontré me dieron como resultado una guata (panza) razonablemente notoria. Es imposible no sumergirse ante los encantos del sabor y las formas. Entre los panes existentes en esta latitud del planeta tenemos variedades como las Marraquetas, que en ciertos sectores como la V Región (la de Valparaíso) se la conoce como pan batido y tiene la peculiaridad de ser utilizado como eufemismo al poto (nalgas) por su parecido (siempre desde la perspectiva chilena, asumo)
Las Hallullas, son otro tipo de panes, con forma de galletita grande: redondas y con varios pequeños orificios encima. Por otro lado, el pan amasado es el equivalente a lo que normalmente llamaríamos “pan casero” pues su elaboración yace en las áreas más rurales, aunque se lo puede encontrar en los supermercados. También, existe el pan coliza que es como la hallulla, nada más que esta tiene forma triangular.
Cerrando esta sección, otra variedad presente aquí es el pan de completo que como bien lo alude su nombre se usa exclusivamente para la elaboración de los completos. Pero, mba’e piko el completo? Imagínense nomás un pancho, ahora pónganle mayonesa, un poco de palta (sí, aguacate) y tomate, obtenemos así un completo italiano. En mi afán de obvia curiosidad pregunté por qué se llama italiano y la respuesta fue “porque no tiene chucrut”, la cual es una especie de col agria típica de Europa. Al principio tiene menos correlación que el Universo Marvel y los Picapiedra (¿?) pero luego tiene sentido: el detalle principal es que el nombre tiene más bien su origen en la bandera de Italia por los colores (rojo por el tomate, blanco por la mayonesa y verde por la palta). Y ahora llega el plot twist: si el completo llevase chucrut, sería simplemente denominado “el completo”. Así que mucho ojo con lo que piden, porque se les dará (¿?)

Aquí el papleto: un plato chileno que sería un italiano con chucrut alemán junto con papas a la francesa. Un crisol de razas comestible (?)
TIP: Justamente, si no te gusta la col agria es preferible que cuando lo pidas, indiques al vendedor que querés un italiano. Como plus, hay una variedad llamada papapleto que consiste en reemplazar la salchicha o vienesa como es conocida aquí, por papas fritas. [CARO PARDÍACO INTENSIFIES], ¡lo sé! ¡Pero lo deja muuuy rico!

¡Locura y descontrol de colesterol!
Ahora bien, como no solo de pan vive el hombre (?) les sugiero que preparen citas al nutricionista si deciden venirse para acá. Porque si hablamos de lo que es la chorrillana es probable que necesiten un profesional. La misma tiene su historia y es ésta:
La teoría más aceptada indica que esta tradicional comida tiene su origen en el año 1970 en un casino de suboficiales de Carabineros (oficiales de la policía chilena) en Valparaíso, denominado “J. Cruz”, en donde el dueño pidió que se tuviera un plato como picoteo para los jóvenes que venían a tomar un trago al local. La idea era que fuera un plato contundente, barato y que pudiera compartirse, y se pensó en un bife a lo pobre pero para varias personas. El plato consiste de lo siguiente: un plato de papas fritas en el que se mezclan distintos tipos de carne, salchichas y otros ingredientes como huevos o cebolla frita, se le agrega aliños (pimienta, orégano) y sal.
Siguiendo con la gastronomía, he aquí un dato curioso sobre el uso de la palta en Chile: se lo consume prácticamente en todo lo que te puedas imaginar y que sea comestible. En el desayuno es común comer tostadas con palta y en la once (el chileno denominador para nuestra meriencena, ya que se hace entre las 17.00 y las 21.00) se sirve café o té, pan batido/marraqueta con paté o jamón y ¡palta! Esto hace que el H2O-K-T (?) sea muy consumida en todo el país.


CURIOSIDADES GASTRONÓMICAS

Foto: Que Rica Vida.
¿Nunca se preguntaron cómo se llama la empanada chilena en Chile? Seguro que sí. De hecho esta fue la primera pregunta que me encomendaron mis amigos que averigüe. Bien, pues aquí se llaman empanadas de pino. En este caso no debemos tomar el nombre de manera literal, porque no contienen pinos (¿?) sino que una rica carne molida, cebolla y pasas de uva.
Otra curiosidad de comensal es que en Chile hay un sandwich nombrado igual que uno de sus presidentes. Estamos hablando del Barros Luco. La historia simplificada es la siguiente: es un emparedado que se vende en los puestos de comida rápida y restaurantes, la cual lleva carne a la plancha y queso caliente. Su nombre se debe al presidente Ramón Barros Luco, quien fuera asiduo cliente en la confitería Torres (not related to me) de Santiago, donde solicitaba con frecuencia esta mezcla para él, la cual se popularizó en todo Chile. Bastante peculiar, siendo que no podríamos imaginarnos a nosotros en Paraguay pidiendo un Nicanor de pollo o un Cartes con jamón y queso (¿?)

¡Tiembla el Cuarto de Libra! (?)
Si creen que allí acaban las curiosidades, es porque aún no hablamos de las bebidas. Como bien saben, Chile es el país más sísmico del mundo e incluso registra el evento de mayor liberación de energía con el terremoto de 9,5 de magnitud en la ciudad de Valdivia, en 1960. Y no es solo eso: los temblores son constantes, tanto así que las estructuras más nuevas como las casas o edificios poseen diseños antisísmicos. Aunque ocurren derrumbes ocasionalmente, los daños son menores teniendo en cuenta la magnitud de los mismos
¿Qué hacen entonces los chilenos? ¿Qué hace un país con un fenómeno natural de este porte? El país por excelencia bueno para las risas o Chile, país weno pal’ webeo tiene como bebida tradicional nada más y nada menos que al Terremoto, un trago que consiste de pipeño, granadina y helado de piña. El primero de los ingredientes, el vino pipeño o vino de uvas de parrón, es un vino de cepas no nobles que se fermenta o almacena en pipas de Raulí y que, a diferencia de los vinos chilenos tradicionales que importamos en nuestro país, no se identifican con el nombre de la cepa o lugar de procedencia. Su nombre es debido al recipiente que es una cuba madera dispuesta en forma vertical u horizontal con aspecto de pipa, que se fabrica en Chile desde el siglo XVIII con listones de alerce o roble chileno, conocido como Raulí.

La bebida predilecta para darte una buena sacudida.
Para preparar un Terremoto (y no al estilo Daddy Yankee) primero se vierte en un vaso la granadina, luego el pipeño y finalmente se le da el toque con una bocha de helado ¡Pero cuidado! Es engañoso, los porteños (los oriundos de la ciudad de Valparaíso) me han orientado a no más de dos réplicas de Terremoto, pues si fuese más allá de la segunda dosis, quedaría terremoteado y finalmente curao (entiéndase: tuicha tatáre/ka’ure/opembaite).
Es más probable que encuentres el terremoto en las fiestas patrias chilenas, coloquialmente conocidas como La Semana del 18, la cual se desarrolla del 18 de septiembre en adelante y ¿a qué no adivinan? Sí, duran una semana. En la misma se organizan fondas donde hay música, chows (imitando la peculiar manera de pronunciación chilena), juegos de ferias (como los de Destino Final 5 pero sin esos finales) y si tenés la suerte de pasar por/vivir en Playa Ancha, hay un parque llamado Alejo Barrios, en donde se desarrolla la fonda más popular de la V región, por ser la más económica y durar todas las noches de esa semana.
HABLEMOS ESA WEA
Ahora, adentrémonos en las peculiaridades lingüísticas que reposan en las tierras de Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Violeta Parra o más actual y pop inclusive Denise Rosenthal, Javiera Mena o Mon Laferte. A lo largo de esta aventura, he tomado nota de las palabras que me parecían extrañas, diferentes, peculiares y propias de estas tierras. Dichas palabras sumamente necesarias para sumergirse en el argot chileno.
Empecemos por mi chilenismo favorito, la palabra fome significa que algo es muy aburrido, tan simple como eso. Encuentro particularmente agradable la palabra, y cuando la escuché por primera vez, la asocié con la palabra hambre en portugués, con la cual comparten la misma grafía mas no el mismo significado.
Un sustantivo imprescindible es la wea, el equivalente al ma’era o al coso nuestro. O al pio/piko Se usa en oraciones como:
– Oye, ¿qué es esa wea? = Nde, ¿qué piko eso es?
– ¿Qué wea estái hablando? = ¿De qué piko están hablando?
– ¿Cachái esa wea? = Nde, mira un poco esto, ¿qué piko es?
– La wea fome = ¡Qué cosa aburrida!
Ahora, si creían que aprenderse los verbos irregulares del inglés era complicado, les presento a al chilenismo que chilenea a todos los chilenismos: WEÓN. Una palabra que es sustantivo, adjetivo, pronombre, padre, madre e hijo a la vez (?)
Hay una frase que usaron para explicarme:
Puta el weón weón, weón.
Puta puede significar mira, observa, analiza, cacha. El sería artículo masculino en singular. Ahora bien, el primero weón es un sustantivo común y se refiere a la persona de la cual se está hablando. El segundo weón es un adjetivo calificativo y se refiere una cualidad del sujeto. El tercer weón significa amigo, en este caso el emisor le habla directamente al receptor.
En definitiva, si quisiéramos decir “Aijue, mirá un poco que tavy ese, kapé” en chileno, bien podríamos decirlo de esta manera.
No contento con ese multiuso cual producto de limpieza, el uso de weón tiene connotaciones positivas y negativas. En la jerga popular se escribe: wn.
– ¿Cómo estái wn? = Ha upéi kapé?
– ¡Qué erí wn, weón! = ¡Qué PAVO que ya sos!
Saliendo de esta wea, seguidamente tenemos los cabros/las cabras o los chiquillos/as para referirnos a los perros o a las chi, caleta o harto para decir “mucho” o “demasiado” (¡Ayer fuimos por unos completos con mi polola y comimos caleta/harto!) o ma’encima, que más o menos es un punto de coincidencia con nosotros porque es el equivalente a nuestro encima, que se entiende como “además” (¡Me gritó ma’encima me pegó el weón!)
También tenemos al tiro/al toque para decir un sapy’aite o “inmediatamente”, “¿vamos al plan?” para decir “vamos al centro”, pololo/la: para referirse a tu chuli, jegusta’i o ñorsa, es decir, persona con la cual se tiene una relación sentimental y sexual sin estar casados (Victor es el pololo de Antonio, ¡siempre andan regaloneando en la playa!)
Por cierto, regalonear es mimar a una persona con besos, abrazos y caricias. Y volviendo al alcohol, copete es para aquellas bebidas alcohólicas o cualquier tipo de trago (Sex On The Beach, Piscola, etc.) y estar con caña no se refiere a tomar sino a estar con resaca.
¡Y muchos más! Elegí estas porque en mi experiencia me resultó gratificante. Esta cultura y forma de hablar (nuevas para mí y particularmente curiosas e hilarantes en la manera que se los expongo) me hizo entender que el mundo siempre va a ser un lugar lindo por descubrir, que animarse a más implica algunos sacrificios a los cuales hay que adaptarse pero que a fin de cuentas son necesarios.
Así que si alguna vez venís a Chile, acuérdate de tomar la once con tu pololo/la. Te recomiendo hacer un té o un café con unas tostadas con paté o palta, o palta con atún, o palta con lo que sea. Pero si estás con los cabros en el carrete y andái curao, para sacarte la caña te recomiendo un italiano, un barroluco, un papapleto o una buena chorrillana, weón!

¡Salud! :D
Que lindo volver a Chile através de tus relatos.. orgulloso de vos broth….
¡Muchas Gracias Sergio! Chile es sin duda un país mágico dispuesto a compartir sus peculiaridades ¡Te envío un abrazo grande!
gran blog, gran articulo. saludos Raulito !!!! gracias x compartirlo conmigo.
¡Gracias por leerlo Mr. Arancibia! Me alegra mucho que le haya gustado el artículo.