Aprender por las malas
Desafortunadamente es de esta manera como a veces se aprenden y se hacen muchas cosas. Por las malas. Yo tuve que entender así lo importante que es castrar y esterilizar a mis mascotas.
Hace unas semanas, Uni, uno de mis gatitos, se escapó de la casa pero más que escaparse, este pillo de color negro “se fue de fiesta”, como es normal cuando sos gato y TRANSPIRAS lo macho que sos (¿?) el caso fue que este no volvió hasta luego de unos días pero en estado: estoy a una cuadra de morir, a horas de subir las escaleras al cielo, ya veo un puntito de luz.
No quiero volver a contar lo mal que me sentí y todo lo que pasé estando con él esa madrugada en emergencias veterinarias y al volver esperando que cierre sus ojitos y descanse. Porque Uni no iba luego a cerrar sus ojos esa noche. Del susto, del dolor, de todo y parecía que así mismo, yo no iba a dejar de llorar tampoco.
Entonces fue así que por las malas, muy malas, me di cuenta que ya no podía esperar a que pasen más cosas como esa para llevar a mis gatos a la veterinaria y castrarles y esterilizarles.
Cuando no procedemos de esta manera con nuestros bebes, estos siguen sus “instintos” fuera de la casa cada vez que alguna gata en el barrio está en celo y cada una de estas salidas tienen como consecuencias gatitos cada vez más lastimados. Al mio un perro o algún otro gato del barrio le hizo unas heridas horribles que terminaron por infectarse a tal punto que de puro milagro pudo volver arrastrado a casa para una vez ahí no moverse nunca más hasta días después de ir a la veterinaria.
Así también, si tenés gatas, esterilizandoles evitas poblar el mundo de gatos y como dijo una amiga “que los gatitos conquisten el mundo” (¿?) sabemos que OHH sería lindo, pero no hay realidad más real que el decirles que hay miles de bolas ronroneantes sueltas y sin familia, necesitando casa. MILES, tantas que si querés alguna solo tenés que pedir y se os dará. Ah re biblia.
Por todo eso y porque quiero que solo aprendan por MIS malas y no por malas propias, les vuelvo a repetir la moraleja que saqué de todo esto:
Castren y esterilicen a sus gatos, así se evitan malos ratos”
Esta semana y de a poquito, están yendo mis bebes a la veterinaria. Hoy siguen tres ahí y no saben cómo les extraño. Pero todo esto, todo el proceso, es por su bien. Piensen en eso y no esperen a pasar un mal rato para hacerlo.
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